
En diez rasgos.
Autor: Antonio Arias
Miembro de Honor de la Comisión Artística
del Museo Guggenheim de Bilbao
JOVEN. Nace en 1983
LOCUAZ. Comunica sus ideas de forma arrolladora. Conversa con su obra y el espectador de manera clara, decidida y convincente.
INTELIGENTE. Armoniza sus conocimientos, sus datos y la información exterior de manera coordinada y encaminada a un fin: la pintura.
POTENTE. Toda su obra se caracteriza por su fuerza expresiva,
plasmada en el lienzo de forma directa, sin paliativos, sin concesiones, con una llegada rápida de la mente al soporte que utilice.
EXPANSIVA. Necesita espacio para comunicar todo lo que es capaz de transmitir, su obra en gran formato da una idea fiel de este rasgo de su pintura.
IMPULSIVA. Pinta lo que en ese momento refleja su ánimo previa
estructuración de una obra homogénea. El enlace entre su mente
y su mano es directo, sin intermediarios.
GESTUAL. Su pintura es abstracta y toma como base el gesto, no
la confección, el dibujo, o la forma preestablecida para componer.
TRABAJADORA. No escatima las horas que ha de dedicar a la ejecución de su obra. Esta característica es esencial para el logro de resultados satisfactorios en un artista.
CON FUTURO. El futuro de esta artista considero que está garantizado. Reúne, según lo expuesto, todo lo necesario para el éxito en este difícil mundo del arte. Cuando la capacidad y el esfuerzo personal se pone al servicio de un fin -la pintura- se consigue transmitir un ideal estético a todos, sin excepción, porque estamos ante un lenguaje universal.
IMPACTANTE. No requiere comentario. VEAN SU OBRA.



